Se deja de todo

Este tío se deja hacer de todo por estas dos chicas (¿y quién no?), desde ser bien sobada hasta ser meado.

Mostrando por partes

Este bombón nos va enseñando su precioso cuerpo por partes. Piernas, tetas, chocho y meada.

Regada por minipene

No todas las meadas tío-tía las van a soltar pollones descomunales. Un pene pequeño también puede soltar una meada más que decente.

Voyeur en aseos playeros

Con lo fácil que es mear en el agua, como todo el mundo. Por querer hacer uso de los aseos playeros, esta chica ha sido pillada en toda su meada.

Travesti con ganas de mear

Un travesti con unas tetas muy bien puestas nos dedica un chorro en el váter.

En una bolsa

A falta de un sitio mejor, una bolsa es una muy buena opción para depositar una meada femenina.

Belleza exótica

Corta pero excitante meada la de esta belleza exótica.

Humillación lésbico-oriental

Una pareja de orientales humillando a una tercera. ¿A que no adivináis cómo?

Tomando el fresco

Con lo a gusto que se está tomando el fresco en la terraza, no dan ganas de levantarse ni para ir a mear.

Desnudas en la cama

Si esta chica no tenía ganas de levantarse de la cama para ir a mear, que me hubiera llamado para que yo hubiera sido su váter, ¿no?

Examen ginecológico

A esta preciosa chica le hacen un análisis completo en la consulta del ginecólogo. Le piden hasta una muestra de orina, que tiene que sacarse allí mismo.

Embarazada poco meona

Dicen que las embarazadas suelen ser más meonas que nadie, aunque esta chica no lo ejemplifica, ya que le cuesta regalarnos un chorrito. Hasta tiene que recurrir al viejo truco de abrir el grifo.

Rubia tetona comiendo y bebiendo

Esta rubia con buena pechonalidad se pasa el vídeo comiéndo (la polla) y bebiendo (la meada).

Limpiándole el semen

Tras esta follada la chica necesita que su amiga le limpie los restos de semen a meada limpia, aunque al final acaban meándose todos.

En la playa, cerca del coche

Chica con cara de guarrilla en miniminifalda que nos dedica una meada junto al coche en la playa.

Con el vaso en la mano

Si el vaso que tiene en la mano está vacío, es normal que sienta ganas de echar una meada